Sonntag, 23. Oktober 2011

Equinox

Hace un mes que pasó otra vez. El sol pasó por encima del ecuador y causó que el día y la noche fueron iguales de largo. A ese acontecimiento le llaman equinoccio. Hay dos en cada año – esa fue la autumnal para el hemisferio del norte. Desde entonces los osos polares tienen que conformarse cada vez con menos luz. Eso los lleva a invernar.
Personalmente no siento que el sol se esté retirando con mucha fuerza y tampoco me siento como un habitante del desierto glacial. Sin embrago noto que los días se hacen más cortos gradualmente. Las ganas de dormir sí las tenemos en común, los osos y yo. Como el sol ha ultrapasado el ecuador terrestre también yo he pasado el ecuador de la estancia en la región fronteriza desértica hindu-pakistana llamada Cholistan. La duración de mi labor se está haciendo cada vez más corta – parecido a las horas de luz en el hemisferio del norte.
La comparación metafórica de mi estancia con el trascurso del sol me parecía graciosa porque en mi vida he experimentado un calor y una exposición igual al sol que durante los últimos meses. Ahora puedo comprender que hay personas para las que un día “esplendido” es un día con nubes y/o con lluvia.
No me acuerdo cuándo he escrito el último blog. Solo me doy cuenta que el tiempo está pasando de prisa cuando uno tiene que cumplir muchas tareas en un tiempo limitado. Resulta que para escribir un blog se necesita energía que muchas veces no queda al final del día. Se lo agradezco que no me instaron a redactar un texto mensualmente. Puede que me hubiera animado.
Qué ha acontecido desde el último blog?
He estado en el desierto dos veces. Las dunas me quedan a 25 km de la casa. El desierto aquí se compone de arbustos y de arena amarilla. Tal como la idea de un desierto. Lo más bonito para mi es el silencio que domina ese lugar. Además los colores que se ponen más intensos en el atardecer. Esas excursiones son las únicas distracciones del cambio cotidiano de casa-oficina-casa.

Todavía es temprano para sacar conclusiones del tiempo que pasé en el Pakistán. Sin embrago ha sido un tiempo en el que aprendí mucho con respecto tanto a la vida profesional como personal. Ya he comprendido algo del trabajo de una ONG. También tengo una comprensión más profunda ahora de mis propias habilidades. Entre ellos el reto de la soledad y de la carencia. Sigo la filosofía según la cual cada experiencia es también una buena experiencia. Ya que nos madura y nos lleva adelante.

Ojalá hasta pronto! M